El voto a favor del Brexit en junio de 2016 tuvo un impacto significativo en los fondos de inversión del Reino Unido, provocando salidas de 5 700 millones de libras esterlinas. Muchos inversores estaban preocupados por el impacto del Brexit en la economía británica y optaron por retirar sus fondos del mercado. A pesar de ello, la economía británica se ha mantenido estable y los fondos de inversión se han recuperado desde entonces.